En 1928 José María Méndes se establece en Tamames (Salamanca) abriendo su primer obrador.
Desde sus inicios el taller recoge toda la tradición joyera popular. En él trabajarán José María, y 4 de sus hijos. Éstos, conocidos como los Hermanos Méndez han gozado de larga y merecida fama en toda la provincia y han surtido a las más prestigiosas joyerías de la capital.
Hoy son varios los nietos de José María Méndes, que se dedican a la joyería artesana, manteniendo viva esta tradición de valor permanente.
Las antiquísimas técnicas de filigrana en oro y plata, se trasladan ahora a nuestro taller, donde se manifiestan representando la fuerza de la costumbre y la transmisión del oficio durante tres generaciones.
Hoy, mateniendo la tradición y abriéndonos a nuevas tendencias, seguimos y queremos seguir disfrutando de la singularidad y el valor creciente de las joyas artesanas
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